Estas últimas semanas estuve visitando algunas librerías por
distintos barrios y me di cuenta que aunque es algo que usualmente hago, son
muy pocas las veces –por no decir nunca– que realmente observo con una mirada
crítica. Y me refiero a esta idea de
observar las distintas tapas de un libro. Increíble las características
que uno puede encontrar, respecto de cómo se desenvuelven las distintas
editoriales con un mismo fin: el cual no considero que solo sea el vender
libros. Si lo pensamos mejor, en realidad todo va más allá de eso. A pesar de la expresión "no juzgues a un libro por su portada",
es un hecho que muchas veces el interés que despierta la portada de un libro
hace que la persona se interese por su contenido.
Si bien, cada proyecto editorial tiene sus propias
características, si observamos mejor, los estilos son muy variados. Por ejemplo, la editorial Salamandra que entre
sus obras publicadas se encuentra la Saga Harry Potter, posee varias
características similares entre varias de sus colecciones y eso hace que sea
más fácil de distinguirlos en relación a otras editoriales. Por otro lado, otros casos bastante
particulares pueden ser Ediciones B y la editorial Maeva, cuyas publicaciones
logran ser muy vistosas. De esta manera, las portadas hacen que quizás
empecemos a conectarnos más con el mundo que hay dentro del libro,
independientemente de la categoría en la que se encuentre dicho ejemplar.
Las variedades pueden ser infinitas, sin dejar de tomar en
cuenta los géneros que trabaje cada editorial. Cada colección tiene elementos
que hacen que nos llamen la atención y que podamos distinguirlas en una
librería. Por ello, partiendo de la famosa frase del escritor francés Antoine
de Saint-Exupéry en su obra El Principito “Lo esencial es Invisible a los
Ojos”, podemos considerar que a veces lo más importante nunca se ve.
